Primavera Sound 2014 Día Uno @ Parc del Fòrum, Barcelona

Charles Bradley

Chvrches

Föllakzoid

Moderat

Real Estate

The Ex

Por Arroz Amargo, corresponsal en Barcelona y colaboradores
/// Fotos: BigIdeas (OzCorp)

Día 2 /// Día 3

Este año el Parc del Fòrum abrió sus puertas para el primer día completo del festival con la novedad de contar con el escenario Rockdelux desde esta primera jornada. En este escenario, característico por ser un auditorio donde la gente se encuentra sentada, se pueden escuchar artistas en un tono más íntimo y sereno que se esconden del barullo habitual de los festivales.

Sobre este escenario, Colin Stetson, fue el encargado de comenzar las actividades con un concierto que fue una aplanadora de viento. El canadiense se valió de un saxófono y saxofón bajo para presentar su último disco New History Warfare Vol. 3: To See More Light (Constellation, 2013) con una manejo impresionante de la respiración que combina con un particular uso del cuerpo de los instrumentos para generar acompañamientos que crean un mundo de texturas abrumador. Su presentación fue asombrosa pero el horario no se prestaba para disfrutar en plenitud sus creaciones sonoras.

El escenario Ray-Ban fue inaugurado por los locales de El Petit de Cal Eril que con su sonido Indie Folk congregaron a una buena cantidad de espectadores que disfrutaron de las canciones inocentes y bucólicas del oriundo Guissona. Una presentación adecuada que sin ser magnifica fue entrañable y llena de simpatía.

Al otro lado del fórum, en los escenarios paralelos, Sony y Heineken, los conciertos no lo fueron tanto. Por un lado Real Estate exhibieron ternura y belleza crepuscular cautivadora a la que el horario no hizo honor. Al terminar, en el Heineken, Midlake no cumplió con la expectativas creadas por el gran Antiphon (Bella Union, 2013). Lo suyo fue algo soso y sin brillo. El sonido sureño no logró penetrar en el público que incluso olvidaba a aplaudir.

En el ATP, los chilenos de Föllakzoid sorprendieron con un cosmic rock, que por momentos derivaba en un stoner sucio y pedestre. El sonido no era lo mejor y la expansión de las canciones se disipo, así como la gente. Con un público no tan grande como se esperaría, salió Rodrigo Amarante a enamorar a todo el festival. Su voz dulce y placida se acompañaba con el suspiro y el ligero bailar de los cuerpos. Un placer dulce que cuadró con un sol tenue que parecía ir con la música para llevarnos a un mar desierto.

La tranquilidad del brasileño fue devastada con una metralla llamada de The Ex que con más de veinte años de experiencia han sabido proyectar una fuerza cándida que no exhibe arrugas. Rápidos, sin lujos, ni parafernalia, prepararon el ATP para uno de los actos más esperados del día: Neutral Milk Hotel. Desde que término The Ex, los fanáticos se agolparon en el templete para no perderse el regreso de Jeff Mangum con banda, y no serían decepcionados. Desde la primera canción, “The King of Carrot Flowers, Part One”, la entrega y sonido reconvertido en ímpetu Lo-Fi directo y encantador atraparon a todos. La gente bailó y coreó cada una de canciones y la banda no paró ni para tomar aire. De punta a punta un gran concierto, que tuvo algunas fallas de sonido pero que no mermaron la emoción y la alegría. Mientras los fans esperaban por NMH, en el Ray-Ban otra multitud considerable se regocijaba con el ritmo de Antibalas que eliminaron el frío del cuerpo con su Latin Jazz neoyorkino que proyecto amor a cada uno de los presentes.

Después de ruido indie viene la fiesta. Los escoses Chvrches hicieron del Pitchfork una fiesta de golosinas. Su Electro Pop sideral, repleto de una inocencia salaz electrifico la noche que ya no tendría minutos de tranquilidad. Sorprendida de la cantidad de gente Lauren Mayberry, agradeció por estar ahí en lugar de ir al otro lado del Forum donde Queen of the Stone Age, hacían lo de siempre, buena factura, mucho ruido pero poco encanto.

Para finalizar la noche Charles Bradley hizo llorar, reír y amar con pasión desenfrenada. Su Soul es tan grande que cantando apenas siete canciones, con cambio de vestuario incluido, atrapó el arrebato sentimental de un público maravillado. Moderat bajo la pasión pero no la gentileza, y el ritmo que permea cada poro con sobriedad y oscuridad. Al final un último subidón con Metronomy y su último disco Love Letters (Because Music, 2014) que derrocho en fiesta que nos prepara para el segundo día con ánimos insolentes.