Por Jorge Vigueras
Fotos: Roja (Claudia Ochoa)
Morcheeba es sin dudas uno de los más importantes exponentes del Trip Hop británico. Habíamos tenido la oportunidad de ver a algunos como a Massive Attack, Tricky o Portishead, sin embargo, los grandes ausentes habían sido Morcheeba, quienes por primera vez se presentaron ante el público mexicano después de casi dos décadas de espera.
La banda salió al escenario abriendo con “Trigger Hippie” tema de su primer álbum Who Can You Trust?, siguiendo así con “Under The Ice” como parte promocional de su más reciente álbum editado el año pasado Head Up High, en la que la intro fue tocada con un ukelele por la cantante de la banda, Skye Edwards.
Skye no se desplazaba mucho de su lugar, sin embargo realizaba movimientos muy suaves con sus manos y caderas, portando un vestido blanco con un estampado floral que se movía todo el tiempo con el aire que le llegaba de un ventilador que tenía de frente.
Ross Godfrey, siendo parte esencial de la composición de Morcheeba, mostró su gusto por el uso del slide en la guitarra, así como también mostró al público sus guitarras realizando algunos cambios de una acústica a una eléctrica, haciendo mezclas con varios efectos de guitarra, sobre todo delays y wah wahs.
Durante las dos primeras canciones, el percusionista de 19 años, hijo de Skye tocó la tabla, mientras que Richard Milner, desde los teclados programaba unos beats a través de su sintetizador. Después para “World Looking In” sonó ya con una batería integrada a la banda.
Siguió “Part of the Process”, éxito que hizo corear a varios de los miles que se presentaron en el lugar creando una vibra y un espacio íntimo entre la banda y los asistentes muy especial. Después Skye preguntó a la gente si les gustó su disco Charango a lo que siguió tocando un tema de dicho álbum, “Otherwise”.
Realizó una pausa para hablar con el público, mencionando la larga trayectoria que tenía la banda y que iba a tocar “Moog Island” y “Col” de su primer álbum Who Can You Trust? en donde enfatizó que estaba embarazada de su hijo quien ahora la acompaña tocando la batería para Morcheeba de edad de 19 años. Tocaron después “Blood Like Lemonade” del disco del mismo título, seguida de “Slow Down” del Charango.
Llegó el momento de continuar con “The Sea” de sus más querido álbumes Big Calm, tema en el que Skye hacia alusión al mar, dando pasos hacia adelante y hacia atrás como lo hace el mar a la orilla de la playa. Del mismo disco tocaron “Blindfold” en donde comentaron que estaban tomando tequila y que les parecía curioso que siempre que están de gira alrededor del mundo, siempre toman tequila en el escenario, por lo que ahora, estando en México les parecía algo irreal e increíble. Al final de la canción la gente coreaba junto a Skye y ella comenzó a girar como trompo, cayendo al suelo y siendo recogida por Ross, incorporándose nuevamente y riendo fuertemente por dicha caída con mucho estilo.
Para irse a un encore interpretaron “Rome Wasn’t Built in a Day” del Fragments of Freedom, tercer álbum de la banda. En esta canción, Skye estiró su mano alcanzando la cabeza de un guardia de seguridad que se encontraba abajo del escenario jugando a despeinarlo y éste sonriendo algo apenado por el acto de la vocalista.
Regresando del encore, Skye traía su celular y pidió tomar fotos a la banda así como también pidiéndoles que sacaran sus celulares e iluminaran el lugar como si fueran estrellas desplegadas en el cielo. Tocaron tres temas del Big Calm para terminar: “Over and Over”, “Fear And Love” y con una breve introducción de “This is the End” de The Doors, cerraron su presentación de casi hora y media con “Let Me See”.
Un concierto íntimo, placentero y lleno de sentimiento con una conexión impresionante entre los músicos y los seguidores de Morcheeba.
