Bane @ La Cosa Nostra

Bane

Propia Actitud

Walk The Plank

xEternidadx

Cadenaxo

Picking The Pieces

Por Diego Álvarez Rex
Fotos David Barajas @DavidDBarajas

El ambiente en la noche no podía sentirse de nostalgia ni de alguna especie de melancolía, realmente el hecho de poder tener al menos una vez más a esta banda en México era imposible transmitir algo más allá de la euforia y e intensidad que uno guarda dentro de sí para estallar en ese momento que los originarios de Massachussets subieran a la tarima, pero el hecho era que anoche era la última oportunidad de verlos, escucharlos, y ser parte de Bane.

Domingo en La Cosa Nostra inaugurado por Picking Up The Pieces que irónicamente también anunciaban su última aparición antes de entrar a grabar nuevo material y que, seguidos de Cadenaxo que al contrario venían de un rato de no tocar tras regresar de una gira por Norteamérica, ya tenían al menos a un tercio del bar preparado y calentando para el resto de la noche; terceros en subir al escenario y desde Mérida, Yucatán fueron los de xEternidadx que visitaban la capital por vez primera representando lo que sus propias playeras leían “una escena pequeña, pero de gran corazón”, antes de recibir a Propia Actitud que como era de esperarse, tuvieron a la sala vuelta loca.

No habrá ocasión en que ver la unión que Propia Actitud tiene como digno representante del Hardcore local con cualquiera que sea el público al que se enfrente, siempre saldrá una enorme masa que corea de principio a fin y que toma por asalto la tarima y hace del momento una experiencia comunal y, despidiéndose de uno de sus guitarristas que deja la banda tras más de quince años de actividad, la banda dejó listo el escenario para los norteamericanos de Walk The Plank como primeros invitados internacionales que tuvieron difícil tarea de seguirles a Propia Actitud y lamentablemente la recepción fue pobre aunque la banda dio todo de sí.

Cosa Nostra ya estaba a muy buena capacidad para cuando, de entre la gente y la mesa de mercancía, Bane subió al escenario, se conectó y sin muchos preámbulos soltó “My Therapy” como anuncio de la catarsis que sería el concierto, y tal como era de esperarse cada tema que le siguió se sentía como si cada palabra evidenciara lo obvio: era la última vez que esas canciones sonarían en vivo; “Count Me Out”, “Final Backward Glance” y “Can We Start Again” generaron círculos y revueltas en la plancha, y justo mientras unos volaban y otros caían, al momento en que suena “Swan Song” y Aaron Bedard encima el tema con un anuncio de “Adiós México, nunca regresaremos” el balde de agua fría cayó sobre todos. El fin de Bane.

Apenas media hora y todavía el lujo de un encore que sencillamente invocó lágrimas en un gran porcentaje del público, la melódica pero furiosa “Calling Hours” que cada verso y cada coro con puño al aire ya era un edificio que se derrumbaba y caía a pedazos, y con la voz de Aarron Dalbec como guía principal ya que el otro micrófono dejó de servir, el concierto acababa lentamente y la retroalimentación de los amplificadores fue todo lo que quedó. La banda bajó a dar la mano, a agradecer y posteriormente, así como así, desaparecer de nuestras vidas. Gracias y adiós, Bane.