Living longer than I had intended:
10 años de Ringleader Of The Tormentors de Morrissey
Por: Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Los 00s fue, sin duda, la década en la que Morrissey se volvió cool otra vez. Luego de trastabillar a finales del siglo con un par de discos que todos sabíamos no mostraban todo su potencial, parecía que el divo de Manchester se había instalado en una cómoda mediocridad. Que era más fácil regodearse en el pasado y jugarle a lo seguro con canciones que sonaban a cosas que los Smiths hubieran rechazado para cualquiera de sus discos. Ya luego uno lee la autobiografía y nota que a finales de los noventa estaba atravesando un momento complicado justo porque su pasado lo perseguía. Pero en 2004 se sacudió todo lo que había que sacudirse y lanzó el primero de dos discos impecables. You Are The Quarry era Morrissey poniéndose a mano con sus fans. Aquel fue un disco hecho para ellos, en primer lugar, y para él en segundo. Guitarras filosas y una base solidísima más su voz en uno de sus mejores momentos. El tío Moz estaba de vuelta con todo.
Dos años después, encarreradísimo, lanzó Ringleader Of The Tormentors, que, personalmente, yo considero todavía mejor y digno de celebrarse. Aquí hay un Morrissey confrontándose a su mortalidad, pero desde la madurez. Ya no es ese adolescente emocional que cree que lo mejor que le pueda pasar es morirse. Aquí, Moz parece estarse confesando, fuera ante un psiquiatra o ante un párroco, no importa. El de este álbum es un Morrissey dándose cuenta que ya llegó a la mitad de su vida y que, si bien la cuesta ya es para abajo, hay cosas que no han quedado resueltas. El Morrissey de Ringleader… es un hombre mirando hacia atrás, cuestionándose si todo lo que ha hecho ha valido la pena, pero saboreando cada minuto que pasa en Roma, la ciudad en la que vivía en ese momento. Encara a dios (“Dear God Please Help Me”), escupe sobre el mundo contemporáneo (“I Will See You In Far Off Places”, “Life Is A Pigsty”), le reclama a amantes que se han ido de su vida y lo han dejado destrozado (“You Have Killed Me”, “On The Streets I Ran”), pero también muestra un poco de esperanza (“I Just Want To See The Boy Happy”, “The Father Who Must Be Killed”, “In The Future When All’s Well”), aunque conociéndolo hay mucho de ironía en ese futuro al que le ha echado el ojo (“I’ll Never Be Anybody’s Hero Now”). Ah, y de paso reclutó a Tony Visconti para la producción y a Ennio Morricone para los arreglos de cuerdas, ahí nomás. A sus 47 años, algo de colmillo ya tenía.
Ringleader Of The Tormentors es un álbum elegante, mientras You Are The Quarry es un recordatorio que Morrissey siempre fue un Punk de cepa. Ringleader Of The Tormentors es saber envejecer con gracia y plantársele de cara a la muerte.
