Reseña: Travis /// Everything At Once

May 2, 2016

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Travis
Everything At Once
Caroline International
6.0

Por José Marr‏ @JR_Marr
CrazyRhythmsMusic

El día que Fran Healy se convirtió en padre, serviría para que poco después inspirado por ese acontecimiento, Travis alcanzara su último gran momento musical con The Boy With No Name en 2007. Durante 10 años y a lo largo de cinco discos Healy afinó, pulió y mostró momentos perfectos con una composición basada casi siempre en una modesta progresión de acordes pero con un don de escritura tan puro y sincero, que junto con su inocente canto y sus melodías tan emotivas, dio vida a canciones que fácilmente pueden provocar hasta las lágrimas. Esa, es la esencia de Travis, por eso cuando intentaron abandonarla con Ode To J Smith se les salió un poco de control el experimento, pero la fiel, muy fiel base de seguidores ha estado siempre allí a pesar de eso, por ejemplo cuando Healy debutó como solista en 2010, o recientemente cuando se reencontraron con la publicación de Where You Stand en 2013 y esta vez, con Everything At Once no será la excepción.

El grupo ha entendido que no hay mucho que les quede por hacer, por eso con este último par de álbumes vienen a reafirmar y hacer un puñado de buenas canciones con su particular marca. Vamos, ver a Fran Healy con subrayadas canas y un aspecto cada vez más de edad avanzada, permiten apreciar que como humano también ha alcanzado la madurez, y él es el mejor reflejo de su banda. Esto no quiere decir que estemos ante un mal trabajo de Travis, Everything At Once viene con el principal motivo de exponer de buena manera la composición cálida y el tino melódico, incluso el grupo es quien ha autoeditado este trabajo para cuidar bien lo que Everythig At Once debe ser, y que se refleja en piezas como “Animals” con un gran trabajo de cuerdas orquestadas, o “3 Miles High” donde la guitarra acústica se luce encima, muy encima de la mezcla remarcando la vigencia que Fran tiene sobre el instrumento de seis cuerdas.

Reseña de su concierto en el Pepsi Center WTC

Ya desde la apertura, a través de algunos dibujos digitalizados y el bombo palpitante en “What Will Come“, Healy da una bienvenida positiva y entusiasta desde su lírica y composición. Aún así, a lo largo del álbum se arrojan algunas variantes como cuando conecta a la electricidad “Radio Song” y hace potente Power Pop, pasando por la sutileza de Folk americano con el estribillo más dulce y reconfortante del disco “All Of The Places” o incorporando la voz Soul de Josephine Oniyama en “Idlewild” que a pesar de la colaboración, no logra nada relevante. Por el contrario, “Paralysed” consigue edificarse como la creación más llamativa por su bélico acento en los coros y cuerdas por sobre su nervioso golpeteo de compás.

Pese a todo lo bueno rescatado, casi de forma consciente puede notarse que Travis no está preocupado por hacer algo trascendente. Las diez canciones que componen Everything At Once juegan dentro de lo conocido, dentro de un song-craft definido y además poco aventurero. El problema es que aún estando de lleno en la zona de confort, no se trata de las mejores canciones de Travis ni de cerca. El octavo trabajo de la banda escocesa no es algo perdurable, sólo un momento fugaz de buenas sensaciones. Canta Fran Healy en la colorida e irónicamente insípida “Magnificent Time“: No regret, don’t you forget this magnificent time, por supuesto ha sido un magnífico tiempo, pero será fácil olvidar.

Post escrito por: Jose Marr

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