Mutek_Mx 2013: A/VISION 4 con Matmos + Raime + Herman Kolgen @ Teatro de la Ciudad

Herman Kolgen

Matmos

Raime

Por moonman /// Fotos: BigIdeas (OzCorp)

Tuvo que haber pasado una década para que la edición mexicana de Mutek llegara al punto en el que su director Damian Romero siempre quiso, esto tras años de constante negociación entre patrocinadores e instancias culturales para así crear un nicho que ha ido creciendo en edad y en número cuya percepción sea lo suficientemente aguda para sensibilizarse con todas las propuestas audiovisuales que se ha presentado.

Asistimos al cuarto programa de A/VISION de este año, el cual es una experiencia (aparentemente) pasiva en donde imágenes y sonido logran exitosamente comunicar sensaciones que sólo complicadas conexiones neurales lograrían hacer. El inicio fue exquisito y dejó una tarea difícil de superar a sus sucesores. Herman Kolgen y su instalación DUSt. hacía referencia a su nombre (el polvo, objeto que se encuentra en lo más bajo del ambiente, nadie lo quiere y se evita a cualquier costa) por medio de tomas microscópicas en donde exploraba los movimientos y el simple concepto de este residuo que se esconde en lugares sin movimiento, volviéndose así un símbolo de lo inerte, pero que a través de Kolgen se vuelve un objeto fascinante al ponerlo como elemento de discusión. Por medio de beats que estremecieron el Teatro de la Ciudad y experimentaciones sonoras, DUSt. logró despegarnos de nuestro ser y entrar en esta particular visión.

Siguió el dúo inglés Raime, que a pesar de no ser tan representativos visualmente al indagar en los movimientos grabados a una lenta velocidad, su simple y estructurada música no dejó decaer el interés de la gente con el que lograron entrar a terrenos más oscuros y profundos.

La tercia de actos cerró con Matmos, vuya visita era esperada por muchos fanáticos que en su mayoría los conocieron por la colaboración que hicieron al lado de Björk en Vespertine y Medúlla. Lo destacable de su actuación fue lo lúdico, ya que la seriedad y solemnidad se ahuyentó con sus videos y forma de tocar. Dejaron un buen sabor de boca con sus microbeats influenciados por el flujo orgánico y natural de las cosas, hasta grandiosos números en donde un globo rosa fue el instrumento musical al sacarle notas rasguñándolo y jugando con la boquilla, o el sonido de un soplido por medio de un popote dentro de una pecera.

Gran noche en donde la introspección se hizo presente gracias a un sofisticado nivel de comunicación visual y audtitiva.