Puddle Of Mudd @ El Plaza Condesa

March 9, 2015

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Por Diego Figueroa @Halofive
Fotos BigIdeas (OzCorp)

Digamos lo evidente desde el inicio: Wes Scantlin hizo playback.

Veamos. Para todos los que nos preguntamos “¿Qué rayos hago en un concierto de Puddle of Mudd en pleno 2015?”, en cuanto comenzó el setlist con “Control”, ahí teníamos la respuesta. Si ibas en la prepa en el 2001, seguramente querías recordar algunas canciones que escuchábamos en ese entonces. Hubiera sido buena idea juntar a “Chevelle” y “Three Days Grace” para hacer un festival del estilo y tal vez jalar un poco más de gente.

El concierto empezó bien, pero vaya, ni con los guitarrazos a todo volumen pudimos evitar empezar a dudar de la capacidad vocal de Wes, quien en algunos momentos se le veía balbucear parte de la letra de la canción que no sabíamos si había olvidado, aunque a través de las bocinas se escuchaba una entonación perfecta. ¿Será posible? O tal vez era una técnica vocal que nunca habíamos visto. En fin, con todo y un breve interludio de “War Pigs” de Black Sabbath, la duda ya estaba ahí. Siguió “Drift And Die” y al menos la música sonaba potente y real. Los nuevos músicos que acompañan a Scantlin se han aprendido bien las canciones, y el baterista Dave Moreno, fue el encargado de interactuar con el público con su facilidad de hablar en español.

Esta noche no solo había curiosos, o fans de algunas canciones. Había varios fans que no se despegaron en ningún momento de la carrera del grupo y pedían más canciones de otros discos aparte del “Come Clean”, el que la mayoría conoce. Wes solo se reía y trataba de hablar muy poco español. El concierto pasó de la duda, a la risa, a la pena ajena y a dejar de ser gracioso en tan poco tiempo. El setlist avanzaba y Wes seguía fingiendo cantar en algunas ocasiones, tocaba su oído izquierdo como si estuviera ajustando su monitor in-ear, aunque nunca pude comprobar si en realidad tenía uno, y en algunos momentos parecía que se quedaba dormido al micrófono.

Pude ver el setlist antes del concierto y digamos que prometía. El plan era empezar con dos hits, terminar con otros dos, tocar 17 canciones en total. Sonaba para ser si no una velada que todos recordaríamos, si una noche para salir a gusto, pero poco a poco las cosas fueron perdiendo sentido.

Ante la presión de la gente por la demora de la banda en empezar las canciones, Wes admitió que se estaba equivocando mucho, empezó a tomar una actitud entre retadora y juguetona, pero parece que no sabe que si al público mexicano lo picas de esta forma, te responde. La gente empezó a darse cuenta de su actitud errática y le cantaba el ya clásico “Sí se puede, sí se puede”, aunque Wes pensó que decíamos “s’il vous plaît”. Le empezaron a cantar “you can do it” y al entenderlo, se ardió. Comenzó a hacer señas a algunos fans pero tuvo que recular y decir “I love you Mexico”, en un intento fallido de que la gente lo dejara en paz.

Fue tanta la desesperación e insistencia de la gente, y la actitud extraña de Wes, que adelantaron “She Hates Me”, programada para ser la última del set. Muchos celulares salieron para grabar esta canción y al menos fue una de las pocas en las que Wes si cantó de verdad, erráticamente por supuesto, pero la cantó en vivo, sin pista. Aquí fue cuando el chiste empezó a morir ya que al final, Wes parecía el malacopa de la fiesta que no dejaba de repetir “She hates me” y otros comentarios similares hacia aquella que motivó que escribiera esta canción.

Blurry” estaba marcada como la primera canción del encore pero ahora fue la que siguió a “Gimme Shelter” y si alguien tenía duda de que había playback, en esta canción quedó más que claro. Nuevamente parecía que era el final cuando otra vez nadie se iba del escenario. No sé si los nuevos músicos ya estén acostumbrados a esta dinámica, les vale por completo o simplemente no les quede de otra, pero ya sólo se reían.

Algo platicaban entre ellos cuando Dave dijo: “Vamos a escribir una canción en este momento”, a lo que siguió un jam de 10 minutos donde Wes no dejaba de gritar: “What do you want?, I’m nothing without you”. Mientras la gente empezaba a sacar sus celulares para checar la hora, disimular el momento awkward de la noche o twittear algo al respecto. Admito que yo terminé un poco preocupado por Wes y por quién le habrá hecho mucho daño, al mismo tiempo que ya quería que se terminara el concierto porque ya había dejado de ser gracioso y la hora de mi parquímetro llegaba a su fin.

Thank you Mexico, I’m gonna go for a drink” fue lo último que dijo Wes mientras ahora si los demás músicos lo dejaron solo, y por fin, se acabó. Empezó a sonar la música por el PA como la música en las ceremonias de premios cuando el discurso se ha alargado más de lo permitido. Podemos ir en paz.

Esperen un momento, ¿aventó un porro al público?

Post escrito por: Big Ideas

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