Didn’t know our love was so small:
25 años de Boys For Pele de Tori Amos
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
En septiembre de 2001, Tori Amos lanzó Strange Little Girls, un álbum conceptual compuesto de doce covers a canciones originalmente escritas e interpretadas por hombres. En ese álbum, Amos reconstruía temas de Slayer, Neil Young, Depeche Mode, Tom Waits, y hasta Eminem, y les daba una perspectiva y una sensibilidad femenina a letras cargadas, por lo general, de testosterona. La idea era interesante, pero no era la primera vez que la cantante se enfrentaba a las masculinidades que rodeaban su vida de manera frontal.
Varios años antes, Amos terminó un largo noviazgo con Eric Rosse, y durante la gira de Under The Pink (1994) sostuvo encuentros casuales y poco significativos con distintos hombres. Eso la llevó a cuestionarse su relación con el género masculino y toda su construcción. Lo que, a su vez, la condujo a reflexionar y empezar a escribir al respecto. Ahí estaban las semillas para su siguiente álbum. Aprendió sobre Pele, la diosa hawaiana de los volcanes y escribió canciones desde su perspectiva, como si les robara fuego a los hombres en su vida y ella misma estuviera confrontándose a ese fuego (“Muhammad My Friend”). También probó la ayahuasca en Sudamérica y conoció al diablo (“Father Lucifer”). En realidad, Boys For Pele se puede leer como una novela, una novela de crecimiento, en la que la protagonista confronta a todos sus demonios, los intenta sacrificar, pero al final los abraza y llega a un punto medio con ellos. Es la historia de una mujer que se encuentra en un mundo dominado por hombres, lo sabe, pero busca descubrirse a sí misma en medio de la tempestad. La voz de Amos llega a ser aterradora por momentos, con letras híper perturbadoras (“Professional Widow”), y suave y acariciante (“Blood Roses”). En Boys For Pele no hay puntos medios. Amos va de estar destrozada (“Caught A Lite Sneeze”) a juguetear y esperanzarse un poco (“Mr Zebra”). La mayoría de los críticos de la época no pudieron, o no quisieron, cachar lo, a ratos, críptico de las letras que Tori Amos estaba cantando. Se fueron por el lado fácil y de “aburrido” o “ininteligible” no lo bajaron. Pero era de esperarse, Amos no les estaba escribiendo a ellos.
El tema imperante en estas dieciocho canciones regresaría varias veces a las canciones de Tori Amos, no sólo en el proyecto de Strange Little Girls, pero también aparece salpicado en cosas posteriores. Boys For Pele parece haberle partido la carrera en dos a la cantante. Le abrió las puertas a nuevas maneras de escribir y de relacionarse con su entorno.
