Nightwish @ Palacio de los Deportes

October 23, 2022

nightwish mexico palacio

Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Por Diego Álvarez Rex

En la extraña historia que tiene la música en vivo en nuestro país, no es ningún secreto que el Metal y el Gótico reinan por encima de muchos géneros, y aunque la narrativa tradicional siempre ha pasado por alto el fuerte paso en tierras mexicanas de nombres como Peter Murphy, Helloween, Lacrimosa y los mismos Rammstein, entre los mencionados sin duda Nightwish es otro caso de “reyes que podrían ser dioses” en México.



Ayer, como parte de la gira mundial de su último disco, Human. :II: Nature., esta banda finlandesa que va por su 10º visita en una carrera que lleva 20 años trabajando en la CDMX -pasando del Salón 21 a la Arena Ciudad de México y ahora a la plancha del Palacio de los Deportes-, a través de un selecto recorrido por su discografía, el sábado dejó en claro el porqué tienen bien ganado su espacio como uno de los esenciales en el corazón de los mexicanos, y no hay razón para no hincarse frente a Toumas, Emppu y compañía

Haciéndole honor al título “invitados especiales”, los otros finlandeses en el cartel, Beast in Black, que han acompañado a la banda por toda Sudamérica, fueron de igual manera recibidos con una euforia que rara vez se ve para un “acto abridor”. Beast in Black se podría decir que fueron también estelares en el concierto, porque no sólo se llevaron palmas y aplausos, sino el público genuinamente conocía todas y cada una de las canciones de esta banda que apenas estaba debutando en nuestro país. Una hora de Heavy Metal clásico, de coros para estadio y muchas poses, lo suficientemente bien logrado como para no ser “otro de tantos” sino realmente de calidad. Seguro les veremos más seguido por nuestro país.

Posteriormente Nightwish dio inicio con un solo de batería que fue creciendo hasta un tema de su último disco y una recepción muy cariñosa a Floor Jansen, quien va apenas por su segundo disco en las voces de esta banda, pero tiene perfectamente dominado su rol como diva del Metal sinfónico, ya que la nacida en Holanda tuvo su auge con otra banda que aquí fue muy querida: After Forever; de un lado a otro del escenario y con el puño arriba y la cabellera reluciente, le dio nueva vida a clásicos como “Sleeping Sun” y “She Is My Sin“, además de las épicas canciones “7 Days to the Wolves” y “I Want My Tears Back” de la época de Anette Olzon.

Es realmente impresionante ver lo sólida que se ha mantenido la banda con el paso de los años, tanto en ejecución por parte de Troy Donockley y su abanico de instrumentos de viento folclóricos, como de los miembros más recientes, Kai y Jukka en batería y bajo respectivamente; proyecciones que además incluyeron el Centro Histórico de nuestra ciudad en llamas (¡Si, que arda Bellas Artes y el Zócalo!) más un juego de luces que le dio mucho protagonismo a Floor, hicieron ver a la banda como el coloso de arenas que ya es, muy lejana a aquella que traía una manta con su logotipo y nada más.

Tras casi dos horas de concierto, el apoteósico final se le fue encargado a la canción de casi 20 minutos “The Greatest Show on Earth” que apenas de su disco pasado, bien podríamos considerarla entre lo más complejo y aventurado en la carrera de la banda. La banda dejó al Palacio no solo en éxtasis sino emocionalmente agotado, ya que no solo es música de mucha intensidad sino las letras tuvieron a varios rugiendo con lágrimas en sus rostros. Nightwish de verdad es un directo que muchos deberían de ver, y es que más de 25 años de carrera no son cualquier cosa. La banda está entre los consentidos de los fans del Gótico y del Metal, pero si este mundo fuera realmente justo, estarían entre los consentidos de cualquiera que disfrute de la música en vivo.

Post escrito por: Diego Álvarez Rex

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