Festival M-Jazz: exitoso, excitante, exuberante

February 13, 2023

festival m-jazz ambiente

Ambiente Festival M-Jazz / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Ambiente Festival M-Jazz / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Ambiente Festival M-Jazz / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Ambiente Festival M-Jazz / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Festival M-Jazz:
Exitoso, excitante, exuberante

Por Patricia Peñaloza @patipenaloza

Con una vibra colorida y bucólica, alegre y familiar, unas 5 mil personas de todas las edades (bebés, niños, adultos, adultos mayores) acudieron al Parque Bicentenario de la CDMX el sábado 11 de febrero, desde mediodía hasta la media noche, al llamado del festival M-Jazz (México Jazz) en su primera edición, cumpliendo con alto decoro y buen gusto, el propósito de acercar sonidos extraordinarios a oídos hambrientos de experiencias acústicas diferentes, encabezadas por el deslumbrante combo londinense The Comet is Coming, seguido por el encantador bajista y cantante camerunés Richard Bona, el pianista estadunidense Robert Glasper, entre otros admirables talentos que usualmente cargan el prejuicio de ser para unos cuantos entendidos, esta vez lejos del pequeño club o foro techado, para brillar con la parafernalia de los grandes conciertos al aire libre bajo el sol, sobre petates y pastizales, ya sea de pie, acostados en tumbonas y bancas de colores, o sentados en sillones mullidos, ante mesitas coquetas de madera o bajo frescas sombrillas de lona. Si bien la Ciudad de México dista de ser una playa, y de hecho hizo muchísimo frío, la ambientación daba ese fresco toque vacacional.



Musicalmente, lo que más destacó de esta primera vez, que ojalá se repita y se vuelva tradición, fue lo afilado de la curaduría, con una selección ecléctica y plural, que buscó salirse del canon de lo que regularmente se entiende como Jazz clásico de los años 50, y sigue sonando incluso hoy día en los clubes. Al grito de “de lo bueno poco”, el festival prefirió calidad que cantidad: seis propuestas innovadoras (tres internacionales, tres nacionales) que exploran y experimentan sin dejar de ser asequibles para el amplio público, ya sea porque echan mano de música folk de diferentes regiones, México incluido, o porque retoman géneros pocas veces fusionados con el Jazz, ámbito con frecuencia cerrado ante la idea de romper cánones.

Lo que sí habría que señalar, en medio de todo lo bueno y exitoso que tuvo el encuentro, es la nula inclusión de mujeres como titulares de cartel; si bien dentro de la Orquesta Nacional de Jazz de México (ONJMX) había notables exponentes, sí se vio bastante mal que un festival que se presume progresista y de vanguardia, tuviera tan tremenda omisión. Asimismo, los precios de alimentos y bebidas estaban altísimos. Fuera de eso, en general la organización y el ambiente fueron bastante agradables y de calidad.

Viaje al cosmos cerebral + dulzura virtuosa + hipnosis dormida

comet is coming m jazz

Comet is Coming / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Comet is Coming / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Comet is Coming / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

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Comet is Coming / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

De arriba para abajo en asombro, como ya se dijo, los indiscutibles reyes de la velada fueron el saxofonista Shabaka Hutchings (King Shabaka), el tecladista Dan Leavers (Danalogue the Conqueror) y el baterista Max Hallett (Betamax Killer), mejor conocidos como The Comet is Coming, quienes rompiendo fronteras entre géneros, mezclan elementos de Jazz y música ancestral del norte de África en el sax tenor, con electrónica sintética que hace las veces tanto de contrabajo analógico como de cama espacial armonizadora, pleno de contratiempos rítmico-melódicos fuera de serie, engarzados con la multirritmia de una profusa y atascada batería. Si bien sus discos Channel the spirits (2016), pero sobre todo Trust in the Lifeforce of the Deep Mystery (2019), son una pasada psicodéli-funk-jazz-trónica, en vivo rebasan aquello de lo que son capaces en grabación, con elementos que vienen del Free Jazz sin dejar de emanar un caos ordenado. Lo mismo te hacen transitar hacia dentro del cosmos cerebral, que te ponen a saltar y bailar en modo trance, mientras hacen latir tu corazón aceleradamente. La originalidad de este combo bien les merece el apelativo de futuristas sin exagerar el término. Impresionantes.

Richard Bona m-jazz

Richard Bona / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Richard Bona m-jazz

Richard Bona / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Richard Bona m-jazz

Richard Bona / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Richard Bona m-jazz

Richard Bona / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Súper simpático y entrañable resultó ser en directo el compositor, bajista, cantante, Richard Bona, nacido en Camerún, avecindado en Estados Unidos, quien con un extraordinario ensamble de músicos multinacionales (un excelso guitarrista italiano, trompetista y baterista cubanos, pianista mexicano se ganó el corazón del público). Afamado por ser un virtuoso del bajo, sus dotes musicales van mucho más allá. Si bien no puede evitar denotar su rapidez y habilidad al instrumento, ya sea echando el Jazz suave, Latin, Soul o con acentos de canto tradicional del oeste de África, en vivo hace notar que sus talentos son vastos; que sus melodías dulces y sensibilidad a flor de piel no se limitan a la mera maestría técnica sino que busca tocar corazones y hacer reír todo el tiempo. Un alma alegre que reúne perfección instrumental con espíritu profundo, sin la pretensión acostumbrada de muchos jazzistas. Aplausos de sobra cuando cantó un tema entero con puros loops rítmicos, emanados poco a poco de su garganta; cuando recreó a la leyenda del bajo Jaco Pastorius y cuando derritió corazones cantando el clásico “Alfonsina y el Mar” (de Ariel Ramírez y Félix Luna, popularizada por Mercedes Sosa, 1969). Hermoso.

Robert Glasper m jazz

Robert Glasper / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Robert Glasper m jazz

Robert Glasper / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Robert Glasper m jazz

Robert Glasper / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Robert Glasper m jazz

Robert Glasper / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

Robert Glasper m jazz

Robert Glasper / Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

De altos y bajos resultó el show dentro del Festival M-Jazz del fino pianista Robert Glasper, quien aunque suele manejar ensambles apegados al Soul tipo Marvin Gaye, con toques de Funk, Hip Hop y Dub, con un baterista sobresaliente, un bajista destacado, y un diyéi lanzando secuencias y ambientaciones, ofreció un concierto que quizá no estuvo a la altura usual de su trabajo. De pronto parecía estar ensayando o improvisando nada más, pero no en el buen sentido. Si bien lo suyo es una música de ensoñación que envuelve e hipnotiza, que gira mientras en las teclas se apersonan retruécanos de jazz clásico, con tímbrica suave y atrayente, los temas enganchaban en primera instancia pero no evolucionaban ni llegaban a explotar, lo cual se volvía algo tedioso y poco excitante, a pesar de tener fama de haber acompañado a figuras como Kendrick Lamar, Kamasi Washington, Erykah Badu y Norah Jones. Si bien su acto no fue malo y demostró sus virtudes, no brilló como debiera, amén de que lo programaron antes de The Comet Is Coming y después del conmovedor acto de Bona, por lo cual generó gran bajón en la audiencia; sin duda debió ir en antepenúltimo sitio y no en penúltimo. Con todo, mucha gente quedó satisfecha.

Magia oaxaqueña + lounge party + funk & classic

Sorpresa destacada en el Festival M-Jazz entre el talento mexicano, resultó ser el conjunto oaxaqueño Los Pream, una magnífica fusión entre música tradicional de las bandas de pueblo de la región Mixe, con mucho Jazz virtuoso en los alientos, sobre rítmicas tanto funkys como balcánicas. Una locura genial llena de ritmo y cantos, ya sea en lengua mixe como en español, que tenía a todo mundo bailando y con una sonrisa de oreja a oreja. Tuba, trombón, trompetas, batería, teclados, guitarra, siglos de tradición de diferentes partes del mundo, hicieron de esta propuesta la más popular en cuanto a elenco nacional.

Divertida y chabacana, resultó la Orquesta Nacional de Jazz de México (ONJMX), ensamble que conjunta a diversos ejecutantes tanto veteranos como noveles, de jazz mexicano, esta vez con el espectáculo Esquivel! 100 creado en 2018 a propósito del centenario del compositor, arreglista y director de orquesta Juan García Esquivel, genio que en los años 50 generó un sonido único, mágico y espacial, difícil de recrear en vivo, pero no para el director estadunidense Tim Mayer, entusiasta de la música del tamaulipeco, la cual reproduce con decoro, gracias a la buena ejecución de los músicos, aunque es innegable que le falta cierta jiribilla latinoamericana en la sangre, para alcanzar el ímpetu y la fuerza del toque original del maestro. Con todo, con actitud amistosa y casi didáctica, en constante charla con el público, Mayer salió avante con un conjunto de piezas clásicas llenas de Swing y Space-Age-Lounge, con todo y el tema de “Burbujas“.

Bastante interesante también, la combinación de música contemporánea / clásica, del dueto Barrera-Limas (Iván Barrera y Rubén Limas), el cual con sólo un violín y un bajo eléctrico, tanto rítmico como armónico, altamente funky, emite piezas que por un lado recuerdan los inicios del siglo XX, y por otro remiten a una tradición Funk-Soul afroamericana contemporánea, sin dejar de sostener su raíz en la música de cámara, llevada a otro plano, totalmente inesperado.

Post escrito por: Patricia Peñaloza

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