Por Josuelo
Fotos BigIdeas (OzCorp)
De nueva cuenta Noiselab nos trajo a Chan Marshall en una presentación íntima y épica. Todo inició minutos después de las nueve de la noche, cuando Cat Power recorrió el escenario y saludo a los presentes, sobre el entarimado se veía dos amplificadores, dos exquisitas guitarras y un piano como señal de lo personal que iba hacer el show.
Cat Power vino de una gira por varios países de Europa así como de Brasil, para ponerle punto final en México con un concierto de más de dos horas de duración, ya que Chan Marshall es toda una institución del Folk. El show arrancó con “Maria” y “Great Expectations” mientras ella fumaba un cigarro, extrañamente los asistentes guardaban silencio y se dejaban enamorar por la voz de Chan. El show remitía constantemente a su primer visita en el Ex Nafinsa en 2006, solo que ahora no abandonaba esporádicamente el escenario.
Después de un primer bloque de cinco temas en la guitarra, se puso detrás del piano. La primera gran sorpresa fue el anuncio de que esta embarazada y llevaba seis meses de gestación, con ello el misterio de no saber si después de que nazca el bebe regresará a los escenarios, lo cual si se vislumbrar como una larga espera.
Con casi 20 años con su proyecto en solitario, Cat Power hizo una extensa revisión en las canciones de su primer época, así como su lado que disfruta de sobre manera, los covers que con su talento y potente voz no importa de donde los tome, si no hasta donde los hace llegar, hubo un momento en que le preguntó a uno de sus fans si estaba llorando, al cual le pidió una disculpa, pero ese es el poder de Cat Power de mover fibras que te hacen sentir vivo o al declarar que es gracias al amor que todos sus fans le entrega que ella sigue de pie.
Mencionó también que tuvo un percance en el cerebro hace dos años, indicando que luego no le llega muy bien el oxígeno y que eso ocasiona que la gente piense que está loca, a la par de que es una persona que piensa en voz alta diciendo: “Es mi trabajo ser profesional”, los asistentes le gritaban mostrándole su amor y comprensión mientras que ella buscaba contestar de la misma manera.
Cat Power estuvo muy platicadora, ya sea narrando de dónde surgían sus canciones o de su situación actual, hasta llegar a su momento político en donde varios de sus amigos cercanos le pedían lo omitiera, pero ella considero que era importante porque “La situación en México es difícil en estos momentos”.
Pese a la intimidad conseguida, todo el recital fue un tanto contemplativo ya que en su mayoría, los asistentes no dominaban los temas como para cantarlos debido a que sus dos últimos discos de estudios y con mayor aceptación (Sun y The Greatest) fueron fuertemente omitidos por lo que decidió solo tocar tres temas, pero celebrando la inclusión de canciones como “Fool”, “Good Woman”, “I Don’t Blame You” y “Maybe Not” del increíble álbum You Are Free de 2003.
Fueron muchos los comentarios que entre canción y canción Chan Marshall quería compartir, consiguiendo por momentos no terminar la idea de una cuando ya se planteaba otra nueva, como los tres tipos de personas que para ella existen: la mala, la estúpida y la inteligente, incluso se aventó a cantar la línea de “Gracias a la vida que me ha dado tanto” de la chilena Violeta Parra pero rápidamente dijo que no se la sabia completa pero que le gustaba mucho el sentimiento y lo que decía la letra.
Así, Cat Power vino a reafirmar el cariño y respeto dejando hipnotizado a muchos por su entrega y desempeño sobre el escenario para despedirse lanzando rosas blancas hacia sus fans y con el misterio de cuándo regresará al país.
