Get on your dancing shoes:
15 años de Whatever People Say I Am That’s What I’m Not de Arctic Monkeys
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
A veces sólo hace falta un poco de Rock & Roll. Así, directito y sin florituras ni arreglos de ningún tipo. Dos guitarras, un bajo, una batería y una voz gritando para ponerse al nivel de los instrumentos. Lo mejor es cuando eso aparece en forma de cuatro chavitos que no pasan de los 20 años. Cuatro güeyes aporreando sus instrumentos y desgañitándose sin haber sido maleados y con la pura intención de poner a bailar a todos los que los están viendo. Eso es el Rock & Roll en esencia.
El debut de los Arctic Monkeys, a 15 años, se sigue sosteniendo muy arriba sobre todo porque a los que nos gusta esto del rocanrol nos regresa a ese plano terrenal, sucio, que no es mas que una válvula de escape de la rutina y que no da pie a sobre-interpretaciones, es lo que es y ya. Canciones cortas, sin pretensiones, sin mucha idea de nada más que destapar una cerveza, encender un cigarrillo y dejar que pase la noche sudando en la pista de baile. Canciones cortas, pegajosas, que las escuchas una vez y te regresan a la cabeza el lunes después de haberlas bailado el viernes y el sábado en algún bar o en alguna fiesta. Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not de entrada puede sonar convencional y no muy innovador, pero ese es el truco. Recordemos que la intención original de los Ramones era regresar al Rock a su estado primigenio desde 1976. Pues 30 años después, cuatro adolescentes de Sheffield (uno de los lugares más aburridos del Reino Unido) lo volvieron a hacer. Y tuvieron éxito. Y nadie se lo imaginaba. Y fue fantástico. De inmediato, todo explotó a su alrededor.
Alex Turner fue casi alzado al nivel de poeta laureado de su generación, su ojo crítico se posaba sobre la hueva que puede significar crecer en un lugar sin nada qué hacer más que beber hasta perder la conciencia y tratar de ligar (muchas veces infructuosamente). “The View From The Afternoon”, “I Bet That You Look Good On The Dancefloor”, “Fake Tales Of San Francisco”, “You Probably Couldn’t See For The Lights But You Were Staring Straight At Me” son balas sónicas certeras y poderosas que te despiertan sensaciones que creías muertas. Pero nada te prepara para la sorpresa que resultan “Mardy Bum”, “When The Sun Goes Down” y “A Certain Romance”. En esas tres canciones es en donde está la absoluta riqueza de la banda. Una mezcla de aburrimiento suburbano con letras melancólicas que Turner y compañía convierten en piezas épicas, pero que nunca se dejan de sentir como que te pudieron pasar a ti.
Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not es eso, amigos míos, es el rocanrol. Eso y no otra cosa.
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