Reseña: First Aid Kit /// The Lion’s Roar

January 26, 2012

thelionsroarFirst Aid Kit
The Lion’s Roar
Wichita Recordings
7.9

Por: Luis Arce (@lsfarce)

The Big, Black and the Blue fue un álbum que perdía demasiado tiempo tratando de mostrar las virtudes de este dúo de hermanas provenientes de Estocolmo. El disco, compuesto de armonías y arreglos que bien podrían considerarse llenos de inspiración, no alcanzaba a manifestar los argumentos del dueto para competir dentro de un estilo musical donde Eisley, Fleet Foxes y la misma Joanna Newsom ya habían sido condecorados por sus logros. Aquello podía interpretarse de dos maneras; la primera significaba aceptar que las muchachas, aunque jóvenes, conocían los límites de su expresividad y coqueteaban todo el tiempo con la intención de superarlos; la segunda consistía en una intuición mucho más atractiva: la advertencia de una promesa por cumplirse.

Con la salida de The Lion’s Roar podemos decir que las dos opciones son relativamente falsas. Por un lado, la juventud de la banda nunca supuso un obstáculo para su creatividad, y al contrario de otros proyectos ahogados en su búsqueda por la madurez, Joanna y Klara Söderberg demuestran por principio que es inevitable continuar creciendo y no por ello perder la frescura que alguna vez caracterizó lo mejor de nuestra personalidad. Aquí no se trata de fines estéticos; sino de una comprensión autónoma de la experiencia, relectura del sonido planteado en sus primeras producciones con la intención de encontrar elementos afines para potenciarlo. En la otra cara de este trabajo subyace la promesa; el sonido de una banda que continúa creciendo y proponiendo nuevos límites entre sí.

Con ello colocado en la mesa, escuchar la tercera producción de First Aid Kit es una sensación considerablemente placentera. La influencia directa de actos como Johnny Cash, Gram Parsons y fundamentalmente Linda Perhacs, –quien ronda, posiblemente de puntillas, cada minuto de este disco– se percibe sin ninguna inquietud considerable. “Blue” o “Emmylou” son tremendamente compatibles con las emociones que resguardan, homenajes a bandas o personas que continúan teniendo un lugar primordial cada vez que las chicas se sientan a componer una nueva melodía.

La encantadora armonía conjuntada entre las vocales, ritmos y arreglos llena el álbum de gráciles atmósferas soleadas y adorables días de inmersión personal. “I Found a Way” es una abierta declaración de una vida fatigada mientras inventa nuevas formas de practicar su realidad, siguiendo la constante de un espíritu que no pretende detenerse. Otras pistas menos logradas, como “Dance to Another Tune” y “To a Poet” desorientan la dirección del álbum; pero consiguen retener la sensibilidad aplazada con dulzura por piezas más afortunadas como “In the Hearts of Men” o la misma “Blue”.

No obstante si tuviéramos que colocar una palomita sobre la canción cuyo sonido acompaña mejor las emociones amparadas en The Lion’s Roar esa canción sería “King of the World”. Una pieza que invita, posiblemente por su contagioso coro y los maravillosos arreglos estilo mariachi, a cantar en compañía, recordando por un instante y aunque sea dentro de una canción; que podemos celebrar cualquier cosa, incluso la tristeza, incluso la nada.

Video: First Aid Kit /// Emmylou

Video: First Aid Kit /// The Lion’s Roar

Post escrito por: Luis Arce

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