Reseña: Ramona /// Cérès

October 26, 2017

Ramona
Cérès
Indpendiente
7.5

Por José Marr‏ @JR_Marr
Crazy Rhythms Music

Cuando tantas veces hemos criticado y sentenciado a algunas bandas mexicanas que padecen del síndrome Zoé y Enjambre, no es por demeritar a estos dos nombres que su carrera han labrado durante muchos años y que por lo mismo ahora han pautado los métodos a imitar para que nuevos nombres sigan sus pasos de maneras cada vez más triviales e insustanciales. Pero que a final de cuentas la necesidad de fama a muchos los hace caer en estos facilismos banales y estériles de Pop de guitarras con letras románticas. Ramona, uno de los nuevos talentos emergentes del norte de México, bien podría ser uno de estos ejemplos o podría decir que estaban destinados a sucumbir en ese mal ya que su ascendente fama bien los pudo haber orillado a caer en uno de estos moldes prefabricados para el publico poco exigente de este país. Sin embargo, su nueva placa llamada Cérès demuestra que respecto a su debut La Segunda Luz Del Día (2015), ha habido una intención notable por mejorar en muchos aspectos como la producción, la variación de la paleta instrumental, el aspecto lírico y sobre todas las cosas, en la identidad que se le debe dar a un álbum como un todo.

No estoy diciendo tampoco, que Ramona sea la nueva maravilla musical mexicana, de hecho, su propuesta parte de algunas cosas que ya se han vuelto de cierto modo cliché en las bandas de “Rock” de México; y me refiero a la balada romántica en español de los 60s-70s, y en casos como “Ojitos Soñados” o “Cuando Tú Me Vez” lo dejan bastante claro, pero algo que hacen muy diferente al resto es saber utilizar sus influencias a favor y ejecutar lo aprendido de ellos, rasgos hasta de Soul se perciben se perciben en su música. Ellos mencionan a los mismísimos Ángeles Negros, José José, Julio Iglesias o Agustín Lara entre los artistas que les gustan y se nota en el romanticismo de sus letras y melodías bien adaptadas a la pronunciación en español, y que se agradece, nunca caen en lo ridículamanente cursi (Camilo Séptimo) sino redundan más y de buena manera el mensaje, incluso abordando otro tipo de situaciones personales en sus historias.

El otro punto que se debe destacar es el acabado sonoro de Cérès, la producción de los hermanos Seiji y Kenji Hino de Sierra León es espléndida, pues mantiene a los 12 cortes bien guardados en esa atmósfera retro, sepia y difusa pero nunca asfixiante. En ese apartado Ramona ofrece un compendio que se pone a la altura de nombres importantes de la escena internacional del Neo-Psych Pop como Ducktails en la fluida brillantez de “Tranquilízame“, Unknown Mortal Orchestra en esas guitarras disecadas de “Mi Piel Respira Tu Piel” o “Cecilia“, el Smith Westerns de Dye It Blonde en un hit de radio declarado como “Mateo” que vuela gracias a sus teclados tornasol, los Beach Fossils de Somersault en la tranquilidad veraniega de “Las Escondidas” aunque por momentos aquí son más estridentes. Y todo esto, sin hablar de su mejor momento donde todo se conjuga y que remembra a algunos pasajes del Pond de sus primeros años; un track de nombre “Colores” que principalmente por ser el de mayor duración ya es un indicio de algo. Y es aquí donde la banda anda de una forma totalmente deliberada, su estructura no se delata de manera inmediata, sino transcurre como una suite sideral, cambiante, un vórtice que se va transformando a devoción debido a los fenómenos espaciales causados por la percusión y los múltiples efectos de sintetizador que resultan alucinantes.

Cérès demuestra que el talento y las intenciones pueden sobreponerse a formas prestablecidas, la delicadeza lisérgica de su confección musical y el tono estilizado de Jesús Guerrero invita a ser parte de su desarrollo en sus mejores momentos. A lo largo de sus 40 minutos la banda consigue utilizar sus influencias en favor de crearse una identidad, algo en lo que muchas bandas latinas fracasan terminando por ser una copia de la copia. Por supuesto hay cosas por mejorar, por terminar de pulir y que no necesariamente son malas, especialmente la voz de Guerrero podría ayudar más al ambiente del disco si se fundiera en él como en los casos de “Tranquilízame“, “Colores” o “Gabina” donde de hecho se ayuda por pistas extra para crear una efecto más inmersivo, algo que no pasa en todos los cortes; pero si en un futuro dan un paso igual de notorio como el que han dado de La Segunda Luz Del Día para llegar a Cérès, entonces es seguro que se aproxima otro gran y aún mejor disco.

Post escrito por: Jose Marr

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