Foto Pablo Navarrete @pabnavarrete
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Por Diego Álvarez Rex
Un fin de semana complicado para los amantes de la música en la CDMX, pero con una docena de eventos internacionales simultáneos y hasta una tromba que duró poco más de una hora, el debut de The Human League en nuestro país por fin sucedió.
Es de reconocer que la alianza de Euritmia con Noiselab nos ha engolosinado con varios pesos grandes del Synth Pop y Post Punk mundial, destacando una racha en este primer semestre que ha incluido a Poptone, Erasure y hasta Cntrl Fest con gente como Gary Numan y Luke Vibert, como sí de un cierre a un gran desfile musical para los amantes de la música con sintetizador y teclado, el pasado sábado en Pepsi Center WTC después de tres décadas de espera y añoranza, Philip Oakey y compañía dieron un inolvidable concierto para un afortunado público cuya paciencia fue recompensada.
Tras una breve pero concisa aparición de Mateo Lafontaine, único miembro que hoy día comprende a Decada 2, el trio vocal y trio instrumental hizo acto de aparición cerca de las 21:15 para iniciar con el tema más “reciente” de la noche, “Sky”, de su álbum Credo del 2011 y que sirvió como calentamiento para un desborde de clásicos que entre cambios de atuendo y proyecciones relativamente elementales al fondo, las voces de Oakey, Joanne Catherall y Susan Ann Sulley fueron los verdaderos protagonistas al momento de evocar memorias de una visión futurista que fue hace ya varios años: “Mirror Man”, “Seconds”, “The Things That Dreams Are Made Of” y “Fascination” son apenas unos cuantos temas que por fin sonaron en nuestra ciudad.
El inmueble se veía apenas un poco más a la mitad de su capacidad, y competir con Festival Marvin, Oh Sees, Steven Wilson, Corrosion of Conformity y quién sabe cuantos más eventos que sucedían al mismo tiempo pareció no afectar que la fidelidad de la comunidad que ama todo este estilo de música que circunvala finales de los 70s y principios de los 80s se perdiera semejante cita. Y si, la mayoría de los asistentes le pegaban a los 30 y 40 años, pero con todo dolores de espalda o cada vez menos interés por los conciertos modernos, la entrega al momento en “The Lebanon” y “Don’t You Want Me” puso a la banda más que sonriente, confesando haber intentado visitar México durante varios años sin muchos resultados.
La voz de Oakey parece no haber sido afectada, porque así como entona largas notas, su presencia misteriosa y enigmática prevalece siendo ejemplificada perfectamente con el tema “Being Boiled”, única canción desprendida del debut de la banda durante la noche, cuando el proyecto estaba más orillado a la experimentación y la vanguardia, haciendo contraste con el cierre de “Together in Electric Dreams”, famosa pieza de una banda sonora donde se contó con Giorgio Moroder en la producción.
De principio a fin una celebración, un momento de intensidad musical y baile sin momentos bajos. The Human League fue todo lo que muchos soñaron y hasta más, dejando en claro que la banda aún da mucho de qué hablar en escena, y que esperamos no sea una ocasión aislada sino que les permita venir una y otra vez.
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