RPM: 25 años de Tragic Kingdom de No Doubt

October 22, 2020

tragic kingdom no doubt

Walking into spiderwebs:
25 años de Tragic Kingdom de No Doubt

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Hace un par de años, con motivo del 20 aniversario de Version 2.0, entrevisté a Shirley Manson. Uno de los ejes de la entrevista fue cómo percibía el rol de las mujeres en el Rock y la música 20 años después de la aparición del álbum más ambicioso de la banda. Manson respondió que, luego de una explosión a finales de los noventa de mujeres al frente, con el altavoz en mano, sentía que había habido un retroceso del que apenas nos estábamos recuperando. Es verdad. Si uno voltea la vista a aquellos años, puede notar que las voces de Alanis Morissette, Fiona Apple, y la propia Manson, entre otras, lidereaban las reseñas (positivas, además), las listas de popularidad, los premios. Si uno se va todavía un poquito más atrás, puede notar que uno de los posibles detonantes vino de una banda del sur de California y que provocó buena parte de lo que reflexionaba la vocalista de Garbage en aquella entrevista, al mismo tiempo que generó el revival Ska-Reggae con algunos toques de Punk que surgió a mediados de los noventa.



Tragic Kindgom fue el tercer álbum de No Doubt, luego de un par de intentos frustrados por lograr un éxito y un reconocimiento masivo. Aunque la semilla ya estaba en el segundo disco, The Beacon Street Collection (1993), no fue hasta que la partida de Eric Stefani, el principal compositor y hermano de la vocalista, les cambió todo. Gwen Stefani y Toni Kanal tomaron las riendas de la composición, la escritura de las letras y resultó que lo que necesitaban era ponerse personales. Detrás de melodías alegres, ritmos que invitaban a brincar hasta tocar el techo, y trompetas simpáticas, estaban las letras profundamente personales de Stefani, en las que igual hablaba de lo ridículos que resultaban los estereotipos de género a los que estaba sometida (“Just A Girl”), de lo aterrador que podía ser víctima de un acosador (“Spiderwebs”), de la presión de pasar a pertenecer a una disquera de las grandes (“Excuse Me Mr”), y de lo tortuoso que había sido su rompimiento con el propio Kanal (“Sunday Morning” y el masivo éxito que resultó “Don’t Speak”). Como le sucedió a otra banda californiana de aquellos años, Green Day, a No Doubt no los bajaron de vendidos sus más acérrimos seguidores. Pero ¿qué de vendido podía tener abrirse de la manera en la que lo estaban haciendo en estas canciones? Más bien, el público aceptó, entendió y simpatizó con lo que la banda estaba cantando. Que lo envolvieran en canciones con ganchos Pop híper efectivos, era otra historia y no tenía nada de malo. Además, esos eran los sencillos. Rascándole a las otras nueve canciones, había reminiscencias a un Punk más primigenio (“Sixteen”), guiños al New Wave de Blondie (“Happy Now?”), un poco de Dancehall (“Different People”), o hasta experimentos medio psicodélicos-stoners (“The Climb”).

Quizá a No Doubt lo que le pasó con Tragic Kingdom es que se los tragó el mainstream y mucho de su mensaje se perdió o se difuminó, pero la importancia de Gwen Stefani en, como me dijo Shirley Manson, traer a las mujeres al frente en los 90s no se le puede negar y mucho de eso está en Tragic Kingdom.

Post escrito por: Ernesto Acosta

Post Relacionados