La complicidad de Alex Anwandter
Por moonman
Nuevamente nos encontramos con Alex Anwandter, uno de los chilenos consentidos de MHR por entender la música como una gran herramienta de baile, liberación y forma de representación de la comunidad de una forma no explícita, simplemente narrando su propia vida o de los que lo rodean y englobarlo en canciones que son muy necesarias.
En esta ocasión viene presentando su disco El diablo en el cuerpo, el cual fue una respuesta al encierro de la pandemia, a esa necesidad de tener contacto físico con los demás. Justo a la par de este disco, se convirtió en el productor de Julieta Venegas, donde inicialmente tuvo que hacer a un lado su fanatismo para poderle acomodar sus ideas. El resultado: Tu historia, uno de los discos que ponen a la par el talento de la cantautora mexicana y la música que merece.
Ya han pasado cinco años de tu último concierto en México
Sí, antes de la pandemia. Estuvo bueno.
Creo que El diablo en el cuerpo es el disco más sexy de la discografía de Alex Anwandter
Sí, fue a propósito (se ríe). Por un lado mi mudanza a Nueva York me influyó bastante porque es una ciudad muy “horny”, hay mucho encuentro casual y mezclado con la pandemia, que fue una especie de cinturón de castidad. Justo cuando NY era el epicentro y sólo se escuchaban sirenas y el ambiente estaba “creepy” fue cuando comencé a escribir el disco y salieron canciones súper bailables y energéticas, no entendía por qué salía la música “tan arriba” en ese contexto y e di cuenta de que era el anhelo de lo que me faltaba.
2020 fue el año de las fiestas individuales
Sí, tal cual.
Cuando escuché el título del disco, pensé que era referencia a la banda Size
Justo me comentaron eso apenas. Hay una novela francesa de inicios del siglo 20 de Raymond Radiguet que se llama así, también una canción de una cantante puertorriqueña en los 60s, según yo es una frase que es más una expresión. Pensaba que era latinoamericana pero ni siquiera.
Fue la mejor frase que hizo match con tu música
Sí, me gusta que es una expresión ambigua. Soy anticlerical por lo que cada vez que puedo meter algo anti-religioso lo meto. También fue un punto de entrada para explorar ideas normativas sobre lo bueno o malo, y en esta ocasión es en relación al cuerpo y las relaciones.
En este disco tienes cuatro grandes mujeres: Javiera Mena, Christina Rosenvinge, Julieta Venegas y Buscabulla, siempre metes a gente tu universo y este disco es una muestra clara de eso
Sí, aparte de ellas hay muchos músicos, ya que hay 20 personas en la orquesta. Los temas son sobre la colectividad y de comunicación corporal y quería transmitir esa energía y no fuera yo solo grabando mil capas sin nadie más. Me gusta mucho la música bailable tocada por personas. Me encanta la música Disco y la extravagancia de tener muchas personas bailables: entre la orquesta, la banda, las coristas, los metales, percusionista… hay una canción maximalista que se llama “Mi vida en llamas” que se siente exuberante.
La música Disco ha sido una constante desde el primer disco de Alex Anwandter al tener los violines
Es que soy violinista, entonces por ahí se siente.
Cuéntanos sobre tu experiencia con Julieta. A mí me encanta cómo compone porque tiene la capacidad de elegir uno de los tantos elefantes blancos en la habitación y hablar de ellos
Es una buena descripción de Julieta. En primer lugar fue un honor, luego muy gratificante. Tuve que salirme de mi rol de fan porque quería ayudarla a distinguir sus mejores ideas de las no tan buenas y puede ser intimidante al decirle eso. Nos llevamos muy bien y fue un placer por colaborar, creo que ambos estamos en un punto de nuestras vidas pasarla bien en nuestro trabajo. El disco quedó hermosísimo, tiene algunos de los momentos que he producido que más me gustan de todo lo que he hecho en toda mi vida.
¿Cuál de las canciones de Julieta te tocó realmente el tuétano?
Hay una que se llama “La nostalgia” que era muy distinta cuando me presentó su demo y le propuse hacerla en versión guitarra acústica y orquesta de cuerdas, como una especie de Habanera. Dimos con algo hermoso, fue una síntesis del tuétano de Julieta y mi mundo que viene de la música brasileña y clásica. Encontramos un punto medio precioso y lindo.
Curiosamente este disco ha llevado a Julieta a tocar en varios festivales
Está girando como loca. Julieta es una maestra por el grado de excelencia que tiene y el disco le da el barniz que yo sentía que merecía que igualara el nivel de maestría en composición, implícitamente eso hace que todos perciban a Julieta como una maestra.
Con la edición en vinilo salió “Dame una oportunidad”, tema extra del disco, ¿quedó mucho material fuera?
No realmente. Fuimos muy rigurosos al elegir las canciones para producirlas. Había muchas, pero fuimos exigentes con el nivel que tenía el disco. Esta que quedó fuera no porque tenía una energía distinta, el disco era muy “clásico”.
Siento que “Mismo amor” tiene mucha referencia con esta canción
Es verdad, tienes razón, es más electrónica… sí, no lo había pensado.
Desde el asesinato de Daniel Zamudio has tenido una postura de defender a la comunidad, ¿cómo sientes que El diablo en el cuerpo lo hace?
Es una pregunta interesante, me cuesta responder un poco porque no lo pienso en esos términos, no me propongo defenderla, mas bien cuento historias de un aspecto de mi vida y de otras personas muy íntimo de una forma poco común. Al iluminar y validar a gente que no suele hacerle canciones de amor, se puede sentir que estoy hablando por ellos, pero jamás lo he pensado así. Me encanta esta devolución que hay en los conciertos, en la canción “Ahora somos dos” hay una frase que dice: “Gracias a dios que salí maricón” y desde la primera vez que la tocamos se sentía la energía por parte del público al gritar esa frase, es algo potente. Me habla de la ausencia de esas frases e ideas en la música. Si uno hace una canción a una persona del mismo género y lo haces naturalizado, se vuelve algo potente sin la intensión de escandalizar.
Los conciertos es ese momento en donde compartimos estas ideas colectivas y nos damos cuenta de que todos estamos en la misma sincronía
Justo volando a México vi un programa estadounidense llamado Couples Therapy, y en mi mente los gringos no tienen sentimientos (se ríe), no son tan humanos y son fríos, pero el programa me desmanteló es el prejuicio al ver que todos somos iguales y lloramos por las mismas estupideces.
¿Algún secreto o detalle que encontremos en el último disco de Alex Anwandter?
Lo que me viene a la cabeza es que hay mucha información en el disco por la cantidad de detalles que hay, pero hay algo que me gusta mucho, hay una interpretación que pensé que iba a llamar más la atención: en la canción “Tienes una idea muy antigua del amor” que hice con Julieta, hay un instrumento árabe llamado qanun que tocó un amigo de Palestina, es uno de los momentos más lindos del disco. Es instrumental, tal vez por eso no se han dado cuenta pero lo encuentro súper bonito. Obviamente estoy pensando mucho en mi amigo actualmente.
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