La Old Skul /// Álvaro Díaz

September 28, 2022

alvaro diaz

Foto: Daniele Oberrauch, Tommy Hilfiger Collection Otoño 2022

La old skul:
Álvaro Díaz

Por Eduardo Lara @lalolarete

En MHR nos hemos dado la tarea de traer y mostrar aquellas propuestas que nos vuelan la cabeza musicalmente, y que creemos firmemente que vale la pena escuchar. Recientemente nos hemos puesto a escuchar de manera más atenta aquellos artistas de Reguetón, Rap, Trap, y demás sonidos recientes que nos han puesto a bailar y cantar. Y de eso se trata La old skul: traerles los nombres de esos artistas no sólo más recientes del género, sino que también un acercamiento a aquellos nombres grandes para que ustedes también puedan bellaquear, bailar, y cantar con aquello que creemos que vale la pena. En esta ocasión les presentamos al líder de los llori paris: Álvaro Díaz.



Álvaro Díaz, originario de Puerto Rico, tiene una de las carreras más interesantes de los últimos años (y no sólo de la escena del Reguetón y Rap en español). Su primer disco, Hato Rey, es una reunión de ritmos muy clásicos del Rap y Hip Hop, con una fuerte influencia de la costa este de Estados Unidos, y al Rap salido de México y Latinoamérica en la década de los 90s; llegando a ser parte del colectivo de Homegrown Mafia, con quien compartió escenario y colaboraciones con artistas como Alemán.

Pero el giro de tuerca viene con su segundo disco: San Juan Grand Prix. Volviendo a su Puerto Rico natal y usando sonidos que coqueteaban fuertemente con el Reguetón, es aquí cuando comenzamos a ver una dirección hacia los temas que después entraría a profundidad más delante de su carrera. Nos encontramos con un disco conceptual donde los autos veloces de fórmula una son una metáfora para retratar a un Álvaro Díaz que comenzaba a profesionalizar su sonido, intereses y expectativas, pero también miedos, riesgos y desamores. Cerrando con “Todo bien”, un triunfal cierre al disco donde escuchamos a su madre hablando sobre cómo él lo está haciendo bien, que sólo le queda confiar en él y en Dios.

Pasarían cuatro años para escuchar un nuevo disco de Álvaro Díaz, regresaría en 2020 con Diaz Antes. Otro disco conceptual donde se vuelve más sencilla la temática central: un largo viaje en coche mientras vas escuchando la radio, incluyendo skits breves de falsos anuncios publicitarios, o de un locutor que transmite desde la ciudad de los niños tristes. El salto entre estos dos largos duraciones es inmenso, es como escuchar a dos artistas totalmente distintos. En primer lugar es un Álvaro Díaz que abraza abiertamente al Reguetón, teniendo referencias a otros artistas como Don Omar, pero también colaborando con artistas importantísimos para el género como Yandel o Tainy produciendo un par de canciones; a la par, su lista de colaboraciones es inmensa trabajando con nombres contemporáneos suyos y que parece ser un punto de referencia para entender mucho de la escena actual: desde C. Tangana, pasando por la argentina Cazzu (entregando posiblemente una de las voces más hermosas grabadas en la canción “Deportivo”), Sousa, Lyano y Miky Woodz. Y en cuanto a producción, encontramos de los trabajos más refinados de uno de sus aliados más clásicos de Díaz: Caleb Calloway. Diaz Antes es una celebración a la vida en sí, un camino donde no importa el destino, sino el recorrido; a veces con baches y de difícil tránsito, pero a veces se siente que tu coche te lleva solo y tú te encargas de disfrutar el paisaje.

En 2021 Díaz sacaría Felicilandia: hasta el momento su mayor obra. Con una identidad visual hecha en colaboración con Milkman (el hombre detrás de la identidad visual que todavía carga J Balvin), Felicilandia lleva la temática de un parque de diversiones. Personalmente, siento el disco como uno de los mejores break up albums del español, dónde a lo largo de este disco recorremos el luto de una relación: empezando con la alegría de enamorarse, continuando con la tristeza y desilusión, el miedo de ser olvidado y efímero para los demás, el enojo y confusión, resignación, pero, finalmente con “Para ya!”, encontramos el dejar ir; entendiendo que una relación donde solamente es pelear no es vivir ni amor, y cerrando con una grabación de su mamá cantando una canción que le cantaba a él de niño; entendiendo que sin importar cuantas veces se falle o nos decepcionen, siempre se puede volver al amor en casa (como lo predijo desde el ya lejano San Juan Grand Prix).

Finalmente, Álvaro Díaz se encuentra trabajando en su próximo disco, y actualmente podemos escuchar su sencillo “Ramona Flowers” el cual es un gigantesco cambio en su sonido: una especie de Pop-Punk en español que recuerda a la oleada noventera, pero con e toque, o flow, característico de él. Un disco que nos tiene muy emocionados.

¿Por dónde empezar a escuchar a Álvarito Díaz? Si lo tuyo es el Rap y Hip Hop muy a la vieja escuela, de barras largas y un beat pesado consistente que sirve como arena para desplegar el verbo, tanto el Hato Rey como San Juan Grand Prix son dos excelentes opciones. Pero si lo tuyo se mueve más hacia el Reguetón tanto el Diaz Antes como Felicilandia tendrás suficiente. Pero vale la pena hacer una mención especial a la relación entre las voces humanas y Álvaro Díaz; y es que se nota las fuertes inspiraciones de Díaz hacia Kanye West o Frank Ocean (teniendo a este último un gran guiño en “Bbysita </3” en el Felicilandia). Es por eso que si te gustan las voces siendo procesadas por auto-tune, o como bases de un beat, vale la pena mucho checar canciones de él como “Chinita linda” con Rawayana, “Online ;(” con Sebastián Yatra, “Llori Pari” con Feid y Tainy, o “Gongoli” (2012) junto a Kyoshi Reyes.

También, si de plano lo tuyo son los hits reconocibles, puedes irte directo a “18+1” quien comparte con Jesse Baez, o la viral de TikTok “Problemón” con Rauw Alejandro.

Álvaro Díaz es como una pequeña muestra de cómo el Reguetón, o “género Urbano”, es una arena que nunca para de reinventarse y redefinirse siempre. Donde las voces humanas son un instrumento principal, pero que la única forma de que funcione esto es siendo tocado con mucho amor, recordando de donde vienes (¡por si tienes que virar!).

Post escrito por: Eduardo Lara

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