Tame Impala
Deadbeat
Columbia Records
6.0
Todos anhelamos lo que fuimos… queriendo ser mejores
Por Lecce
Si usted me sigue en Instagram, habrá notado que quizá hasta forcé escribir esta reseña. En la portada de Deadbeat vemos a Kevin Parker “colgado” de los cachetes de su hija. Porque sí: quienes han tenido hijos (o han tenido bebés cerca) confirmarán que la cuenca del ojo adulta está hecha para “colgarse” de los cachetes de los bebés. Ese detalle me hizo acordar una foto que tengo con mi hija, muy similar y eso me llevó a querer indagar sobre los motivos líricos del más reciente disco de Tame Impala.
“My Old Days” abre de manera irónica, el disco se llama Deadbeat porque parece ser una forma de desconectarse, y para lograrlo, uno tiene que dejar atrás lo que fue. Aunque en otros discos, Parker ya había usado sintetizadores y cajas de ritmos, aquí lo hace con más evidencia: tanto el primer track, como los sencillos lanzados previamente, esto se manifiesta de forma explícita. Regresando al tema: nostalgia de los errores, de lo que fuimos, de lo que hicimos mal… ah, pero eso sí, bailando.
“No Reply” puede ser sosa e interesante al mismo tiempo. Otro tema que rememora lo que fue, en pos de ser mejor. Sonoramente más desarrollado; llevamos ya dos buenos tracks de Deadbeat… pero llega “Dracula“.
Obviamente, una canción llamada “Dracula” tenía que tener hints de Thriller, y no me digan que no; aunque a mí hasta me da hints de Drácula de Mister Chivo (pero los modernillos dirán que no). La canción es flojona, de temática predecible: analogías de la noche, la fiesta y así. Not my fav.
Ese Kevin también venía golpeadón, porque en “Looser” se nos tira al piso de una manera (perfectamente reconocible y) escandalosa. Un track relativamente genérico, no malo, solo muy sure shot.
Hagamos una pausa. Hay generaciones fanáticas de Tame Impala que no saben que, alguna vez, fueron una banda de Rock Psicodélico (?). O sea, hubo una canción llamada “Half Full Glass of Wine” donde la voz de Parker ni siquiera se parece a la actual, donde se sentían capas mucho más rebeldes, con una sensación más libre que la que hoy busca “liberar” el Kevin. Después vinieron InnerSpeaker y Lonerism, donde ese sonido se volvió más digerible; ya de Currents para acá… pues ahí es donde entra la chaviza.
Y a la chaviza —y a mí— nos gusta el “Moombah” (y malamente algunos le dicen Reggaetón)… y a eso suena “Oblivion“. Muy romántico el chavo, muy idílico. Otro acierto del disco.
A lxs chavxs también les gusta el House, ese que uno ponía a inicios del siglo… y a principios del siglo también se puso de moda el Afro House, y pues Dios no se apiadó de nosotros: ahora le puso un break a “Not My World” que suena medio Afro House. O sea, feo no está; más bien parece que Kevin Parker está haciendo la música que escuchaba cuando él hacía otra música… como si a principios de los 2000’s existieran 2 Kevins, como un capítulo de Dark.
“Piece of Heaven” es para su hija no pienso discutirlo, si no me creen, escuchen la letra. Aquí el disco se quiebra (para bien) y yo también …. además su intro que me rememora al de “How It Ends” de DeVotchKa hacen doblemente emocional para mí este track.
En mi opinión no pasa nada con “Obsolete“. En el armado del setlist, una canción tan mediana parece necesaria. Y tenía que serlo, porque a los 30 segundos del noveno track empieza a sonar como un “bafle” reventado: muy etéreo, muy “Born Slippy” light. Así suena “Ethereal Connection“. ¿Se acuerdan que dije que el disco se quebraba para bien? Bueno, este track es sin duda uno de sus puntos más altos. Sin mucho debate, la mejor canción del disco.
Luego nos ponemos tan ambiguos como mis reseñas con “See You on Monday (You’re Lost)“. La lírica, otra vez, es simple y llena de analogías explícitas (si eso es posible), pero musicalmente es pobre. El disco avanza y está a punto de terminar: llevamos diez tracks y faltan dos.
“Afterthought” es un tracksote que igual va a sonar bien en tu bici-antro favorito y en tu bar de la Roma favorito; otro upbeat que destaca en el disco; una canción que se agrega a mis like’s.
Ahora, si mal no recuerdo, ya no hubo “canción del verano”. TikTok arruina muchas cosas: ahora hay canciones de la semana, del trend, pero ya no del verano. Pues, si existe algo tal como “la canción del otoño”, esa es “End of Summer“. El disco cierra perfecto con (otro debatible) mejor track: otra canción de esas para llorar bailando. Anduvo muy triste mi Kevin Parker, oigan.
Llegamos al final: ¿Encontramos los motivos líricos para poner a su pequeña hija en la portada? No.
¿Nos gustó Deadbeat? Sí.
¿Descubrimos por qué se llama Deadbeat? Probablemente sí. Mira que vender todo tu catálogo musical (pasado y futuro) te hace desprenderte de lo que fue y de lo que será, valorando lo que hoy está y así debe de ser.