MHR /// Discos
Ecstasy no es su obra maestra final, pero sí es un cierre digno para una carrera envidiable. Posteriormente se dedicaría a disfrutar de su propio legado
Quién sabe si el Funk se hubiera forjado de la manera en la que lo hizo a partir de aquí si Bitches Brew de Miles Davis no hubiera existido.
Violator de Depeche Mode es uno de esos álbumes que parecen Greatest Hits. No hay un tema débil, ni un momento que se sienta de relleno.
Sad Happy es uno de los raros casos donde las expectativas coinciden con la realidad y nos regalan un gran trabajo que marca un antes y un después.
I Do Not Want What I Haven’t Got es la continuación de mucha de la búsqueda estética de aquel primer álbum, pero con el peso de ya estar en el ojo público.
Young Americans es un álbum casi único en su discografía, una especie de isla en el mar que fue su obra completa. No es un disco de transición.
Sin To Bring You My Love la carrera de PJ Harvey hubiera sido muy distinta. Este fue el álbum que le mostró a ella misma su talento inabarcable
Some Cities de Doves es un álbum profundamente personal, pero que refiere a algo a lo que todos nos enfrentamos a diario .
Llegó a decirse que Bloodflowers sería la despedida para The Cure. Si así lo hubiera sido, habría sido un final más que digno y potente.
Meat Is Murder fue el álbum que le significó su explosión mediática y que los elevó al nivel de héroes nacionales que disfrutaron los siguientes tres años.