Caetano Veloso
Godspeed You! Black Emperor
Islands
Kronos Quartet
Spoon
RZA
Por Arroz Amargo, corresponsal en Barcelona y colaboradores
/// Fotos: BigIdeas (OzCorp)
Hay días en los que estar vivo para poder escuchar conciertos como los del sábado en el Primavera Sound es un honor y una alegría inconmensurable. Este ha sido mi quinto Primavera Sound y nunca había experimentado un día tan asombroso. Todo comenzó en el Auditori, escenario Rockdelux, en el que Silvia Pérez Cruz & Raül Fernández Miró presentaron Granada (Universal, 2014) de una forma tan conmovedora que las lágrimas se intuían. La voz de Pérez Cruz se deslizaba por los huesos al ritmo de las guitarras de un Refree en una forma destacada. Un trabajo perfecto que preparaba el terreno para el resto de la jornada.
En ese mismo escenario y casi sin descanso Kronos Quartet hizo gala de la experiencia y emocionó al público con interpretaciones firmes de piezas de Steve Reich y Laurie Anderson. Lucieron un brillo pop con su versión a Omar Souleyman e hicieron latir todos los corazones con “12/12” compuesta por Café Tacvba. El cierre decayó un poco con una pieza convencional para cine, pero el alto voltaje ya estaba dispuesto. Al terminar en el Ray Ban Islands, ofrecía una presentación repleta de alegría y buenos ritmos que no llenó el escenario pero que prendió a los presentes.
De vuelta en el Auditori, Teho Teardo & Blixa Bargeld salían para cambiar todo los sentidos de los asistentes. Presentando Still Smiling (Specula, 2013) dieron cátedra de ruido y hermosura. Desde el comienzo hasta el final fueron un universo paralelo, Teho no paraba de hacer sonidos obscuros con su guitarra y sus máquinas mientras que Blixa expulsaba una voz como pocos. “Still Smiling” percutió en el alma como un disparo de sombras y “Come Up And See Me” devastó el orden del latido cardiaco. Casi sordo, casi muerto de la emoción por la belleza de un recital redondo salí en silencio para encontrarme con otro enorme concierto.
En el Ray Ban comenzaba Caetano Veloso al que los años parecen no lo afectan. Con una banda básica, la Banda Cê, conquistó a todos con la roquera “Um Abraçaço” o la melancólica “Estou Triste” de su más reciente Abraçaço (Universal, 2012). Caetano es un maestro con mayúsculas, cada pieza era una bomba de expansión entre los conocedores y los espontáneos. Todos bailaban y aplaudían estruendosamente, un clamor muy merecido. “Homem” fue una obra delicada que evocaba la puesta sol que ocurría de fondo al ritmo sutil de la Samba delicada.
Cuatro excelentes conciertos parecían suficientes por un día, pero aún faltaba escuchar Godspeed You! Black Emperor que con cuatro canciones dejaron una huella permanente en el Pirmavera Sound. Sin concesiones, sin miedo, casi dos horas de distorsiones e intensidad que calaban hasta los huesos. Acompañados por proyecciones en celuloide, los liderados Efrim Menuck no pararon por nada, sólo lanzaron sus notas como bruma hipnótica. Para el recuerdo más entrañable los 45 minutos de Behemoth que dejaron a gente parada por varios minutos después del fin del concierto escuchando sólo el silencio y el viento espectral.
Al otro lado en el Sony, Television le sacó de buena forma el polvo a su Marquee Moon (Elektra, 1977). Tom Verlaine y compañía no hicieron nada espectacular pero cumplieron con creces y se distanciados de ese mal gusto ridículo que ocurre en ciertas reuniones. Television respetó su disco y lograron una digna y gratificante presentación. Por su parte Nine Inch Nails, no lograron despegar nunca. Si bien es sabido que el sonido de Reznor se ha venido transformado en algo más dulce en los últimos años, lo que pasó en el Sony rozó lo patético. Como gran fan de la banda, esta nueva versión me decepciona, suena a nada y ni siquiera el tirar de los viejos éxitos funciona porque les han quitado la fuerza y la emoción que late en sus guitarras. Incluso las canciones de Hesitation Marks (The Null Corporation, 2013), de entrada menos duras, suenan a un Electro Pop rancio.
Mientras Reznor aburría, Seun Kuti & Egyp 80 puso otro acento al festival, no sólo por sus proclamas a favor de la independencia de Catalunya (replicadas por Mogwai que salieron con un bandera independista), sino por su gran talante. Una fiesta heredera del afrobeat que llevó a la reducida concurrencia a la psicodelia más cadenciosa y repleta de matices de Blues, Jazz e incluso Salsa. La alegría de Seun Kuti se volvió estruendo bailable con Mogwai que han recuperado la forma después de varios años en un bache de confort y popularidad. Los escoses salieron con una fuerza nueva decantada por la armonía en lugar de aquel ruido avasallador de antaño. Una muy buena presentación que preparaba el júbilo a venir.
Al finalizar Mogwai comenzó la fiesta al por mayor para cerrar en lo más alto el festival. Chromeo hizo bailar a todo el Ray Van con sus ritmos setenteros pasados por el ácido de los noventa. Los Black Lips regresaron las guitarras pero sólo para seguir la fiesta con ritmos básicos y divertidos que hacían pensar que aquello nunca terminaría. Lo mismo paso con los locales de Za! que persiguieron con fuerza la fiesta en el Vice hasta que no pudieron más. Su sonido rocoso y estruendoso es inmejorable y ya sólo quedaba la sección de una hora de DJ Coco para irnos a dormir.
Al día siguiente una suave despedida en el Barts con Grouper, Juana Molina y Angel Olsen. Grouper se lució con un Ambient obscuro que no cuadraba para el momento y la fuerza, pero fue agradable disfrutar el viaje por unos minutos. Juana Molina regreso los ánimos a la casa y con un Indie Pop aferrado a sus éxitos lograron sacar energías de donde sólo quedaban estragos. Angel Olsen lo dio todo y con su potencia vocal agitó las emociones de los presentes.
