RPM: War de U2

February 22, 2018

U2 War

Beat on everything:
War de U2

Por Ernesto Acosta Sandoval 

En su reciente gira por el 30 aniversario de The Joshua Tree, U2 dividió el espectáculo en tres partes. En la primera, salían por una pasarela hasta un pequeño escenario en medio del público sobre el que se colocaban y tocaban cuatro canciones de la época pre-Joshua Tree. Sin nada de apoyo visual, sin nada de luces cegadoras. Una banda de cuatro miembros tocando Rocanrol. Larry Mullen sentado en su batería, aporreando los tambores militares de “Sunday Bloody Sunday”, uno a uno, los otros miembros se le iban uniendo. Durante esa primera media hora del concierto, uno se puede dar una idea de lo que era ver a U2 en 1983, durante la gira que sirvió como transición entre una pequeña banda New Wave y el monstruo de proporciones incontrolables en el que se terminaría convirtiendo.



War, su tercer álbum de estudio, representó un cambio en el sonido de la banda. Hasta se puede hablar de madurez. Mientras Boy y October lidiaban con temas espirituales y adolescentes, aquí los irlandeses abrazaron causas políticas y las emparejaron con un sonido más crudo, menos calculado, más machacante. U2 nunca había sonado tan ajeno a sí mismo y quizá no lo volvería hacer sino hasta principios de la siguiente década. El mundo así lo exigía en 1983: la guerra en las Malvinas, el lento desplome del bloque soviético, el conflicto en Irlanda del Norte, la eterna sombra del cada vez más probable Apocalipsis nuclear. No había manera de no posicionarse. Y sí, Bono siguió y agudizó esa tendencia de sentirse mesiánico (los coros en “New Year’s Day”) pero aquí se la crees. Tal vez por el sonido duro con el que The Edge no temió experimentar (esa guitarra que suena a ametralladora en “Sunday Bloody Sunday”), la batería de Mullen que suena a todo menos a la tendencia de la época (en “Like A Song…” o “The Refugee”) y el bajo sólido y repetitivo de Adam Clayton (como en “Seconds” o “Drowning Man”), heredero de Paul Simonon de The Clash en su mejor momento. Este es un U2 sin miedo a nada, poco complaciente, dentro de cuya recién alcanzada madurez hay una inocencia por incendiar consciencias y oídos. Este es un U2 sin concesiones, colérico, ruidoso y explosivo. Como a lo que tiene que sonar la banda que aspira a ser La Más Grande del Mundo.

Para cuando comienza la tercera parte del show del 30 aniversario de The Joshua Tree con su pantalla en ultra HD 4K y sus visuales vertiginosos, poco queda de aquella banda que en 1983 agitaba banderas blancas mientras gritaba a los cuatro vientos “How long to sing this song?” en War. Pero no importa, es bueno saber que alguna vez U2 fue una banda sin miedo a nada.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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