Ambiente general
De vuelta en Las Estacas:
Bahidorá 2022
Por Eduardo Lara @lalolarete
Hay un extraño aire que recorre los festivales desde que vivimos en esta nueva realidad que llamaremos “nueva normalidad”. Cubrebocas en rostro, gel antibacterial en la entrada junto un termómetro, pulseras que confirman resultado negativo a prueba Covid y/o comprobante de vacunación, pero ese aire extraño del que hablaba es una combinación entre alegría, una nostalgia parecida a cuando ves a un amigo que hace mucho no veías, y una especie de esperanza porque esto no se pierda de nuevo. A esto le sumamos un calor ideal entre lo suficiente para darte unas ganas increíbles de irte a nadar, pero no Yam abrazador como para quedarte tirado todo el día en el Parque Natural de Las Estacas, Morelos.
El Umbral: 30 años de Tresor
El viernes 18 es algo así como un pre-ritual, o calentamiento, para el sábado: el día fuerte en actividades y actos musicales. Con solo dos escenarios con actividades: La Madriguera y El Umbral, hubo oportunidad de empezar a entender la dinámica Bahidorá 2022. Con una fogata a la entrada de El Umbral vimos el alma de esa dinámica: la gente. En un circulo al rededor del fuego había parejas abrazadas, grupos tomándose fotos, risas, y aprovechando el momento. Mientras tanto, en El Umbral escuchábamos una gran muestra de DJs como Joey Beltram y Tygapaw quien puso beats que nos transportaron al pequeño revival disco de los dos miles. Mientras que en La Madriguera vimos el takeover del colectivo Algo Bien que puso en la tornamesa a Esa Mi Pau para darnos un recorrido por joyas ocultas del Reggaeton, a clásicos de fiesta.
Bahidorá 2022
Para el sábado una buena forma de inaugurar la larga jornada fue visitar las diversas instalaciones artísticas que había en el festival, las cuales nos recordaron de qué va la vida festivalera: más allá de la fiesta y música en vivo, los festivales son un recordatorio de lo bueno que debe sentirse la vida. A la par, colaboraciones con el festival de Glastonbury nos pusieron en el mapa el por qué este tipo de eventos son clave para el desarrollo sustentable de mejores eventos en el futuro, y su papel en el desarrollo de los espacios donde se desarrollan.
El Asoleadero fue donde comenzamos a escuchar música en vivo de nuevo desde el viernes en la madrugada. Mientras varios aprovecharon el sol para nadar en el río, al otro lado de la orilla una pequeña casita hospedó a diversos genios de los vinilos y su mezcla. Female Power Sound, colectivo de DJs lleno solo de talento femenino, y Alí Gua Gua fueron los dos actos que ese día nos dejaron un gran sabor de boca y que pusieron a todo el río a bailar.
Vacación, proyecto que comparte Caloncho junto con El David Aguilar, abrió el escenario Sonorama: el principal. Si bien su canciones que recuerdan a trovadores y letras que nos pintan fantasías de vacaciones y lugares calurosos, quedaron bien con el ambiente del festival, el escenario Sonorama por ratos parecía quedarles un poco grande. Y con todo sentido, ya que los actos siguientes traerían grandes bandas en miembros con un sonido inmenso. Vacación fue un acto que pudo haberse disfrutado mucho más en un escenario más pequeño e íntimo como La Estación. O vaya, dar un giro más inesperado e incluirlos en un escenario destinado únicamente a electrónica como El Asoleadero o incluso La Madriguera. La imagen de este dueto tocando a la orilla del Río sería un gran aprovechamiento del gran paisaje de Las Estacas con el sonido orgánico de ambos músicos.
Para el resto de la tarde el escenario Asoleadero empezó a agarrar forma con actos que llenaron toda la zona de sonido y baile. Primero con Agrupación Cariño, quienes celebraron sus 15 años de carrera. Pero el verdadero entusiasmo del público se sintió hasta el set de Kings Of Convenience. Ellos, al también ser dueto que toca mayoritariamente Folk, supieron aprovechar mejor el espacio del escenario llenándolo de unas palapas color blancas que quedaron con la paleta de colores del lugar y escenario: verde pasto y un cielo azul. Helado Negro continuó con un Sonorama lleno en el que a pesar de ello mantuvo un contacto directo e íntimo con su público. Y con este set el escenario Sonorama cambio de ritmo a un tono de R&B y Jazz.
Greentea Peng trajo una mezcla de Jazz experimental cargado de una gran banda de talento. Pero con Koffee ese sonido de “big band” giró a un sentido de fiesta y celebración con su Reggae ganador de Grammy. Esperamos ansiosamente su primer larga duración que vendrá este año.
James Blake trajo su electrónica “blockbuster” y se mostró totalmente agradecido y alegre de estar de regreso en México, admitiendo que el camino no ha sido sencillo desde la pandemia. Tocando material de su más reciente disco Friends That Break Your Heart, también aprovechó para interpretar su cover a “Godspeed” de Frank Ocean; recordándonos que no solo es una excelente productor musical, sino que también un gran cantante.
Black Box cerró la jornada de R&B con su Funk en Sonorama interpretando un cover a “Seven Nation Army” y saliendo del escenario bailando. Para que con DJ Koze el escenario Sonorama comenzara a cerrar actividades lleno de House y beats que recordaban al Techno.
El escenario Sonorama es un gran ejemplo de un variado y saludable ecosistema musical y sonoro. Pero el escenario La Estación es el ideal de una selección musical tanto para un festival como para un escenario. Inaugurado por los Champetos del Jujú, el escenario de La Estación, una tarima a nivel del suelo bajo una carpa, el baile a sonido de una mezcla entre Funk, tambora, y cierto ritmo tropical empezó desde medio día.
Durante el transcurso del día en ese escenario también bailamos al ritmo de Pahua, Briela Ojeda, el explosivo set de nuestra Banda A Seguir Petite Amie, Rubio, y un mezcla de distintos DJs bajo el nombre de Perreo Millenial.
Para la madrugada El Amate y La Madriguera cobraron protagonismo teniendo de anfitriones a diversos actos de Techno y House. Entre los actos más destacados de la madrugada encontramos a India Jordan que también mezcla beats provenientes de la escena disco de los setenta con Góspel.
Tal vez el gran problema de Bahidorá recae en la madrugada. Llega un momento en el que todos los actos parecen sonar igual, donde incluso no se siente una diferencia cuando un acto cambia con otro. Por eso actos como Perreo Millennial, Petite Amie explotan tanto suenan tan frescos en el contexto del festival. Sería muy interesante como esos espacios tan imponentes y creativos como El Amate por otros actos a parte de techno y house. Ojo, no es que los actos en sí suenen mal, el talento de Bahidorá 2022 pasará como uno lleno de riesgos y variedad. El problema llega cuando en la madrugada parece que se sobre acumula un mismo sonido y uno termina un poco saturado del mismo beat.
Para el domingo Warrior Queen inauguró la hornada con un set que mezclaba Hip Hop, Rap, y mucho Dancehall clásico de su país de origen: Jamaica. Recordando a otros grandes exponentes como Sister Nancy.
Bahidorá 2022, la ¿décima? edición del festival, será recordada como un buen regreso a Las Estacas con un sold out y una excelente cartelera de talento. Sí, cabe mencionar ciertos problemas de logística que hubo en la entrada. Pero sacando nuestro lado empático, casi dos años sin conciertos y eventos así. Un poco de paciencia no está mal: todos estamos en mala forma, pero lo importante es que estamos de regreso. Y si es uno como el de Bahidorá 2022, vamos en muy buen camino.
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