Reseña: Depeche Mode /// Spirit

March 17, 2017

Depeche Mode
Spirit
Columbia Records
7.6

Por José Marr‏ @JR_Marr
Crazy Rhythms Music

Contra todo pronostico, el nuevo disco de Depeche Mode no es la decepción que se auguraba. Lógico es que no está cerca de ser celebre ni el mejor desde Songs Of Faith And Devotion pero sí recompone el declive que traían hacia mucho tiempo y en conjunto es casi tan fuerte como Playing The Angel. Sin pésimos lapsos aburridos, sin experimentos innecesarios y sin momentos cuantiosos o himnos prefabricados. Y es que si en Delta Machine podían inaugurar con la dureza y escala de “Welcome To My World” y en seguida el contragolpe de “Angel” pero más adelante bajones sin remedio como “My Little Universe” o “The Child Inside” y sencillos sin mucho gancho como “Soothe My Soul“; en Spirit el asunto no es tan dispar ni distante; bien se podría decir que su nuevo flamante productor James Ford no ha hecho el sonido titán que logró con agrupaciones como Foals o Arctic Monkeys, pero sí ha hecho que el trío de Basildon se afiance mejor a su medianía, y eso es mucho más de lo esperado para la única banda grande de los 80s que sigue vigente dando de qué hablar, pero sobre todo intentando ofrecer lo último que les quede de genialidad.

Where’s The Revolution” fue un mal indicativo y presentación, algo que llevan haciendo desde hace tiempo, elegir mal el primer sencillo. Sin embargo, cuando uno se aventura al disco por completo encuentra una apertura que será seguramente, el openning de todo su tour mundial que están por emprender; “Going Backwards” es una mejor resolución de esa revolución que pretendían con “Where’s The Revolution“, no se apresura en ser un himno y aún así lo consigue con base en el piano y los cambios en el hi-hat que conducen hacía ese cierre nervioso donde Martin Gore hace gala de su voz fantasmal.

Hay un par de canciones a base de leves arpegios que podrían ser momentos olvidables, pero hay que darle mucho crédito a la voz de Dave Gahan que ha recobrado una madurez en su borroso grave, seguridad; este tipo de canciones las pudo dominar también al lado de su proyecto con Soulsavers hace un par de años y Gore por ahí tiene una joya del tipo en Exciter de nombre “Breathe“, por ello “The Worst Crime” y ese cuasi Blues de “Poison Heart” salen avantes. “Cover Me” es otro momento absorbente, donde Gahan aparece al centro, solitario, mientras un omnichord va dibujando una aurora a su alrededor y sube gradualmente con una secuencia en medio de un ambiente de tormenta. “No More (This Is The Last Time)” es otro buen caso donde el mood del mensaje central que habla de una despedida, de un distanciamiento, le da una actitud que mantiene viva la canción a pesar de no tratarse de un estruendo, los sintetizadores y loops entre eso, le dan un atractivo brillante. Incluso dentro de estos buenos pasajes entra “Eternal“, esa fúnebre canción que Martin Gore al parecer dedica a su más reciente hijo.

Hablando de cortes con más peso, la verdad es que resultan un acierto y cada uno con particularidades. “Scum” es un asunto minimalista y a la vez fortuito, con vestigios de su época industrial debido a esa descarga de adrenalina cuando Dave exclama “Hey scum, hey scum” y ese coraje que se percibe en el aire con cada “Pull the trigger“, aunque el corte no recurre al triunfalismo, sus cambios en el tiempo de la base rítmica la hacen muy dinámica. “You Move” es igual de enérgica a ratos manteniendo bien dosificada la fuerza adecuada, sin embargo, por sobre todos los tracks, “So Much Love” es una buena combinación, de nuevo de su sonido industrial y oscuro de Black Celebration con la sobria modernidad de Playing The Angel, es de igual forma rítmica, palpitante y hasta un pequeño trazo de guitarra deja ir Martin Gore entre cada repetición.

Así es como se tiene un nuevo disco de Depeche Mode redondo y equilibrado, sería muy fácil destrozar a Spirit principalmente por venir de una banda con antecedentes del tamaño de Construction Time Again, Music For The Masses o Violator, evidentemente trabajos y canciones que marcaron época, que son clásicos, pero estamos hablando de una de las bandas icónicas de los 80s en etapa donde ya no se le pueden exigir obras maestras, aún así continúa con hambre de buscar nuevas variantes; miasmas que han encontrado y han servido para hacer un compendio que es bueno por no tener éxitos ni baches malos ni demasiado aburridos, devolviendo ese interés por escuchar un álbum completo de la banda como no era hace más de 10 años.

Post escrito por: Jose Marr

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