MHR /// Discos
Wounded Rhymes es un paso gigantesco en la carrera de Lykke Li. Un desmarque absoluto de cualquier cosa que pudiera haber hecho antes.
Los Fugees se desintegraron después de The Score. Convirtió a cada uno de sus miembros en súper estrellas por derecho propio.
Silent Shout nació como una contrapropuesta a la música de su tiempo y de su geografía, quizá sin quererlo (realmente no importa).
The King of Limbs siempre iba a tener las probabilidades en contra. Cualquier disco que saliese después del In Rainbows tendría muchas expectativas.
Con Let England Shake, Harvey entró a las ligas de autores como Dostoevsky al prefigurar los peligros de traer de vuelta a un nacionalismo desbordado.
J Dilla en Donuts continua el legado de miles de DJs antes que él y, al mismo tiempo, darle nuevos bríos, copiando y pegando cosas que suenan bien juntas
En estas once canciones Adele 21 encontró las palabras y la música exactas para expiar un dolor que a veces parece imposible de extirpar.
En The Greatest vemos en la conjunción entre el estilo áspero y crudo de Marshall y el refinamiento de los músicos que empleó para la grabación.
Boys For Pele se puede leer como una novela en la que la protagonista confronta sus demonios, los intenta sacrificar, pero al final los abraza y reconcilia.
We Will Always Love You representa un tatuaje sonoro que sin quererlo marcó mi año, lo sonorizó como si cada dos o tres tracks reviviera,